Las tradiciones suelen envolver con un aura mística los casamientos. La costumbre de no ver a la novia antes de la boda viene de una época en que los matrimonios eran concertados por las familias. Hoy en día prevalece el amor y la sorpresa.
Las tradiciones nupciales están fundadas en la historia o en creencias populares. Algunas se mantienen, como los souvenirs de casamiento; otras se modifican, como el blanco radiante de los vestidos de novia y otras tienden a desaparecer, como los dijes de las tortas de casamiento sencillas. Aunque la tradición de no ver a la novia tiene un trasfondo más bien histórico, la costumbre sigue vigente pero con una cuota de romance y misticismo.
En la época antigua el matrimonio se establecía como un contrato entre el padre de la novia y el novio, en el que se ponían sobre la mesa los títulos y las fortunas de ambas partes. Durante la Edad Media surge el “amor cortés” como forma sincera y noble de relacionarse, aunque se mantenía en secreto porque los matrimonios eran aún concertados por las familias. En el siglo XVI, el acuerdo parental se introduce como norma en la mayoría de los países europeos.
La historia de los casamientos no resulta un camino llano. La institución matrimonial ha pasado por distintos estamentos desde la antigüedad. Incluso llama la atención que en la Edad Media se hayan mostrado más libertades que en la época moderna. Que el amor haya conquistado el vínculo matrimonial es un efecto bastante reciente, ya que los casamientos arreglados eran la forma institucionalizada, y el amor y el matrimonio eran antónimos por naturaleza.
Posiblemente, de la época de los matrimonios concertados, llega la tradición vigente en las bodas de que los novios no se vean antes del enlace. Hasta ese momento muchas parejas ni siquiera se habían conocido antes y el temor era que alguno de los contrayentes cambiara de opinión porque la futura pareja no resultaba lo que se había imaginado. Por el lado de la superstición, que el novio viera el vestido de novia sencillo antes de la boda podía resultar en “mala suerte”, por ello todo el secreto en torno al look de novia.
En una actualidad llena de paradojas, la unión por amor convive con otras formas de enlaces arreglados o consensuales, que siguen muy vigentes en ciertas regiones del mundo. Los tiempos modifican algunas tradiciones y afianzan otras. De los mitos que rodean las ceremonias matrimoniales, la vestimenta y las imágenes de tortas de bodas, que el novio no pueda ver a la novia agrega cierto misticismo al casamiento y muchas parejas eligen continuar con la tradición, aunque ya no cargue con la creencia antigua.
Es el toque romántico y místico el que prevale para las parejas actuales. Los novios eligen no verse para aumentar el efecto sorpresa e intensificar las emociones de todo un auditorio que está expectante a la entrada de la novia con su vestido de novia con encaje y un look nupcial pensado al detalle, peinado recogido clásico o de cabello suelto más desenfadado. Es como si el novio la viera por primera vez y todos los invitados fueran testigos de ese encuentro.
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